Lo hemos hablado antes, no es una novedad decir que en los últimos años, la industria del diseño de experiencia y producto ha enfrentado desafíos significativos, incluyendo despidos masivos y una disminución en la demanda de profesionales de diseño en general. En conversaciones con colegas, todos conocemos historias de diseñadoras y diseñadores en diferentes posiciones —colaboradores individuales o líderes— sin trabajo y en búsqueda por períodos largos y agotadores.
Ante esto surgió la idea de dar algún tipo de apoyo a quienes se encuentran en búsqueda laboral, sea porque están sin trabajo o porque esperan mejorar su posición actual. Desde hace mucho tiempo me ha correspondido formar equipos y reclutar diseñadores y esa experiencia de reclutamiento podría ser útil para ayudar a entender cómo enfrentar la postulación a ofertas laborales.
Esto se concretó en una charla de casi dos horas que he realizado en dos oportunidades. Los resultados han sido muy satisfactorios y quiero compartirles algunos detalles.
Lo general
Las charlas han generado espacios de confianza donde los participantes pueden discutir y plantear abiertamente sus expectativas y experiencias en la búsqueda de empleo. Dada la naturaleza delicada de estos temas, tanto personal como profesionalmente, he optado por no compartir el material en video u otra forma, para crear un ambiente seguro y confidencial. Quienes han asistido a estos espacios se encuentran sin trabajo, esperando cambiarse de su trabajo actual o evaluando sus posibilidades, por lo que necesitamos la tranquilidad de poder hablar con seguridad.
El feedback ha sido muy positivo y eso me alegra porque significa que estos espacios han sido útiles.
A continuación comparto algunos de los puntos principales que hablamos en las charlas.
Aplicar el proceso de diseño
Uno de los principales problemas al momento de buscar empleo, es la falta de conocimiento sobre el proceso de reclutamiento y cómo enfrentar cada una de sus etapas. En general, podemos decir que el proceso tiene las siguientes etapas:
- Postulación: es el momento en que preparas tu presentación y hoja de vida, portafolio y los envías.
- Lista larga: tu material de postulación es revisado entre el de decenas y quizá cientos de otros postulantes. En mi experiencia, no es inusual revisar 100 postulaciones por proceso. El resultado de esta etapa es la creación de una lista larga de cerca de 10 candidatos.
- Lista corta: esa lista se reduce a alrededor de 5 candidatos, luego de una revisión manual y mucho más dedicada.
- Entrevista: los candidatos de la lista corta pasan a entrevistas personales, donde por primera vez pueden demostrar en directo sus capacidades. En esta etapa puede haber pruebas técnicas —de las cuales hay diversas opiniones— y diferentes tipos de encuentros: con áreas de Recursos Humanos o Talento, con responsables técnicos, psicológicos, etc.
- Terna: normalmente se reduce el grupo a uno de tres candidatos, entre los que se tomará la decisión final.
- Oferta: entre la terna, se hace una oferta a la primera prioridad. En este espacio se acuerdan detalles, se negocian condiciones y —si todo avanza bien— se envía una carta de oferta formal. Si no se cierra acuerdo con la primera prioridad, se avanza a la siguiente.
Acá hay algunos aspectos clave:
- Tener una estrategia. Es importante saber qué buscas, cuál es tu necesidad actual y no perder el norte.
- No postular a todo. Aplicar a todo lo que aparezca no da mejores resultados que seleccionar las mejores opciones y dedicarles trabajo.
- Aplicar el proceso de diseño a tu postulación. Piensa en la necesidad de quien está buscando candidatos, qué buscan, qué valoran. Conoce a la compañía, investiga y prepara tu postulación a partir de lo que aprendas.
- Trabaja en tus capacidades estratégicas. Asumiendo que tienes las competencias técnicas, es la mejor forma de distinguirte de los demás postulantes.
Elige tus batallas
Como mencionaba, la estrategia de postular a todo, no funciona. Lo único que realmente te hace avanzar en el proceso de selección, es postular conscientemente, tener claridad de tus necesidades, expectativas, las necesidades del reclutador y concentrar tu esfuerzo en las oportunidades que más se ajusten a tus visión de carrera y tu situación actual.
Una de las herramientas más valoradas en estas sesiones es la matriz de postulación, una herramienta que permite priorizar y elegir las oportunidades laborales más adecuadas según las capacidades e intereses de cada uno. Esta matriz cruza el interés del candidato con sus capacidades, identificando aquellas ofertas que representan el equilibrio ideal entre lo que se busca y lo que se puede ofrecer.
La matriz está compuesta por los siguientes cuadrantes:
- Más interés y más capacidades. Las ofertas de este cuadrante coinciden con tu interés profesional o de vida y con tus capacidades. Son las ideales y ahí deberías poner tu atención y esfuerzo.
- Más interés, menos capacidades. Estas ofertas coinciden con tu interés profesional o de vida, pero no con tus capacidades. Vas a tener menos oportunidades y vas a tener que prepararte para mejorar tus capacidades.
- Menos interés, más capacidades. Estas ofertas no coinciden con tu interés, pero tienes las capacidades para conseguirlas. Si lo necesitas con urgencia, son una buena alternativa de trabajo temporal, mientras mejoras tus capacidades para postular a las de, cuadrante 2 o aparece una del cuadrante 1.
- Menos interés, menos capacidades. Este cuadrante lo puedes descartar: las ofertas no te interesan, ni tienes las capacidades.
Es importante reconocer que no siempre es posible alcanzar el equilibrio perfecto entre capacidades e intereses, ya sea por falta de ciertas habilidades o por la urgencia de encontrar empleo. En estos casos, la matriz ayuda a identificar oportunidades que, aunque no sean ideales, pueden ser valiosas en el corto plazo, sin perder de vista tu expectativa ideal.
Personaliza tus postulaciones
Otro aspecto crucial es la importancia de adaptar cada postulación a los requisitos específicos de la oferta. Esto implica abandonar la práctica de enviar la misma solicitud genérica a todas las empresas y, en su lugar, personalizar el material de acuerdo con lo que se solicita en cada oportunidad.
Adapta tu hoja de vida, no agregando cosas que no sean reales, sino enfatizando los conocimientos y experiencias que sean relevantes para cada caso. No todos los reclutadores van a valorar lo mismo.
Lo que sigue
Me alegra poder contribuir a que quienes lo necesiten, puedan enfrentar el proceso de búsqueda de modo más informado y preparado. Espero poder continuar ofreciéndolas en el futuro para ayudar a más personas en su búsqueda de oportunidades laborales. Estaré compartiendo las fechas para nuevas sesiones, así que sígueme para que puedas asistir. Si necesitas apoyo más directo y personalizado, también hay otros espacios.